Médicos y arqueólogos españoles desvelaron hoy que una de las cuatro momias que conserva el Museo Arqueológico Nacional (MAN), la de Nespamedu, pertenecía al sacerdote del erudito deificado Imhotep, tras realizarle una “autopsia virtual”.
Los investigadores estudiaron durante más de un año las momias, tres egipcias y una guanche (originaria de las islas Canarias), mediante tomografía computarizada de alta resolución para descubrir datos que pudieran ayudar a su identificación y reconstruir sus rostros mediante técnicas 3D.
Tras hacer la “autopsia virtual” se confirmó que uno de los cuerpos procedentes de Egipto es Nespamedu, una momia propiedad del museo desde 1925 cuando fue donada por un coleccionista particular español que la había adquirido en El Cairo.
El estudio radiológico permitió descubrir 25 piezas ocultas bajo las vendas de la momia de Nespamedu: 9 adornos (diadema, collar, brazaletes, pulseras y sandalias) y 16 amuletos, que representan entre otros a los hijos de Horus y al dios Thot.
La pieza más significativa entre las halladas en el cuerpo es una diadema con escarabeo (amuleto con forma de escarabajo pelotero) alado sobre la frente y unas sandalias.
Nespamedu fue sacerdote de Imhotep, arquitecto y médico egipcio que fue deificado, un importante personaje del periodo Ptolemaico (300-200 a.C.) que posiblemente ejerció su profesión en Saqqara o Alejandría.
La prueba también confirmó que las otras dos momias egipcias que alberga el MAN son femeninas: una de ellas, de una mujer de entre 20 y 35 años que vivió entre los siglos IX y VII a.C. y que estuvo embarazada, y la segunda, de otra mujer de entre 35 y 50 años, con una salud bucodental “pésima”.
El estudio de la momia canaria, una de las mejor conservadas de la cultura guanche y que procede de una cueva funeraria del Barranco de Herques (Isla de Tenerife, Atlántico), demuestra que mantiene todos sus órganos y fue sometida a un cuidadoso proceso de momificación.
La investigación confirma así la teoría de que las momias guanches no se evisceraban (extraer las vísceras), algo que sí ocurre con las egipcias.
La momia guanche presenta una dentadura perfecta, según ha expuesto la conservadora Teresa Gómez Espinosa, lo que pone de manifiesto que la dieta era baja en azúcares, basada en carne de cabra, oveja y aves y en la que llama la atención la ausencia de pescado a pesar de vivir en una isla.
Aunque las momias egipcias del MAN ya habían sido sometidas a un estudio radiológico en 1978, la prueba realizada en esta ocasión por los especialistas en diagnóstico de la imagen ha permitido generar su representación volumétrica y tridimensional a partir de 2,000 imágenes transversales captadas.
Además, su buen estado de conservación y la existencia de ligamentos, tendones y músculos, así como de los huesos, ha hecho posible reproducir el rostro que tuvieron los cuerpos, de tal forma que se han podido “reconstruir” estos personajes del pasado.
El proceso fue filmado para un documental sobre las momias que llevarán a cabo el Museo y la cadena estatal TVE.
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