Es difícil analizar la carrera como futbolista del entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, de otra manera que no sea sobresaliente, ya que probablemente es el mejor mediocampista de su generación y está incluido en lo oncena de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Pero la final del sábado de la Liga de Campeones contra la Juventus, su exequipo, es un recordatorio de que el francés no lo consiguió todo.
Cuando la Juve compró a Zidane al Burdeos en 1996 acababa de coronarse campeona de Europa y el mediocampista era el hombre que el club esperaba lo ayudara a conseguir más triunfos en la Liga de Campeones.
El AC Milan acababa de ganar el trofeo más importante de Europa tres veces y, en una era en la que la Serie A era la liga más importante de Europa, la Juventus quería, o quizá necesitaba, seguir su ejemplo y dominar el continente. Pero esto nunca pasó: la “Vecchia Signora” perdió dos finales de Europa con Zidane, que finalmente ganaría la Liga de Campeones en 2002 con el Real Madrid.
“Momentos como ese son duros y tristes, pero son parte de la carrera de cualquier futbolista y tienes que aceptarlos. Estoy contento de haber ganado la competición más tarde con el Real Madrid. Todas las carreras te dejan buenos y malos recuerdos”, dijo Zidane recientemente.
El dolor duró poco a Zidane, que en 1998 ganó la Copa del Mundo con Francia en su propio país, pero sus últimos tres años en la Juve fueron una decepción en lo que a trofeos se refiere.
Cuando lo fichó el Real Madrid en 2001, en ese momento el fichaje más caro a nivel mundial por 75 millones de euros, los hinchas de la Juve obviamente se entristecieron por perder a un jugador de las características del francés, pero no se indignaron.
De hecho, el traspaso ayudó al club italiano a conseguir a tres jugadores que lo ayudarían a dominar a nivel nacional en los años posteriores: el portero Gianluigi Buffon, el defensa francés Lilian Thuram y el centrocampista checo Pavel Nedved.
Nedved precisamente consiguió una conexión con los hinchas de la Juve que Zidane nunca logró alcanzar y ahora muchos de esos aficionados al equipo de Turín esperan que el equipo de Massimo Allegri pueda darles el mismo trofeo que el ex internacional francés no pudo entregarles.
NV1/REUTERS