¡EFEMÉRIDES! Hoy es el día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono

Esta celebración fue dispuesta por Resolución Nº 49, de la ONU, conmemorando la firma el 16 de Septiembre de 1987 del Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono. Años después, se le han hecho las enmiendas de: Londres 1990, Copenhague 1992, Montreal 1997 y Beijing 1999, con la esperanza de restablecer el ozono a los valores existentes en décadas pasadas.

Es verdad, que por distintas razones e intereses, la mayoría de los acuerdos internacionales para la preservación del ambiente, se han transformado en meras declamaciones y sus prescripciones en letra muerta. Este no es el caso del Protocolo de Montreal, el que producto de su acatamiento más del 90% de la producción y consumo mundial de las sustancias que agreden el ozono han sido reducidas.

Esta circunstancia ha llevado a científicos a afirmar que el nivel de daño de la capa de ozono en la estratosfera está disminuyendo y que se ven las primeras señales de recuperación, aunque alertan que aquella permanecerá vulnerable, durante la próxima década.

El ozono es un gas inestable y vulnerable que se encuentra en forma natural en la atmósfera. Es una forma de oxígeno cuya molécula posee tres átomos en vez de dos; el tercero es el que lo torna venenoso aunque su generación y destrucción es una constante que nos permite la supervivencia. En esa degradación interviene la radiación solar. Allí, en la estratósfera se encuentra el 90% de este elemento gaseoso que permite una protección contra las radiaciones ultravioletas (UV) provenientes del sol de más baja longitud de onda (UVC, UVB, UVA). Las radiaciones UVC son letales para todas las formas de vida pero es contenida casi por completo mientras que las UVA son inofensivas y las UVB están en una escala intermedia.

El ozono forma un frágil escudo que comprimido no tendría mayor grosor que una suela de zapato. La salud de las personas se verían comprometidas ante altas dosis de estas radiaciones; además se reduciría el crecimiento de las plantas y se alteraría la homeostasis del planeta. Entre las sustancias que alteran la capa de ozono se destacan el cloro y el bromo son los principales (toda la familia de clorofluorcarbonos – CFC). Estos productos han tenido un uso generalizado por lo que su erradicación es una ardua tarea. Se hallan en gases refrigerantes, propelentes de aerosoles, espumas de poliuretano, extintores de incendio, agentes fumiguicidas, etc. Inventados en el año 1928 fueron utilizados masivamente a partir de mitad del siglo XX.

El enrarecimiento grave de la capa de ozono provocará el aumento de los casos de melanomas (cáncer) de piel, de cataratas oculares, supresión del sistema inmunitario en humanos y en otras especies. También afectará a los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.

Para preservar la capa de ozono hay que disminuir a cero el uso de compuestos químicos como los clorofluorocarbonos, refrigerantes industriales y propelentes, y fungicidas de suelo, como el bromuro de metilo (Solo en Argentina se generan 900 toneladas al año) que destruyen la capa de ozono a un ritmo 50 veces superior a los CFC.

El Día Internacional de la Protección de la Capa de Ozono es el día en que se deben analizar políticas en conjunto para contrarrestar los efectos desastrosos de prácticas antiecológicas. El financiamiento de tecnologías que impidan la proliferación de sustancias nocivas para la capa de ozono.  El día internacional de la protección de la capa de ozono es una oportunidad para pensar en el presente para poder contar con un futuro.